viernes, 24 de julio de 2009

Regresiones y vidas pasadas (IV) : Mi experiencia - 3ª parte

Aunque con cierto retraso (más vale tarde que nunca) publico el siguiente capítulo del tema de referencia.

Habíamos quedado justo después de la muerte por ahogamiento en el lago, y como voy subiendo lentamente, no estoy asustado y en el fondo no soy del todo consciente de haber muerto.
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Todo lo que voy a explicar ahora tiene un parecido abrumador con las descripciones que aparecen en los libros de Newton. Teniendo en cuenta que yo ya los había leído antes, es posible (no digo que tenga que ser así) que mi subconsciente se haya visto influido a la hora de evocar esas imágenes, y por tanto, pueden ser recuerdos, o pueden ser simplemente adaptaciones de otras historias leidas.

Decía que subía, y del mismo modo que un avión se interna en una nube, yo también me interné. Y de repente me vi subiendo por una escalera. En los libros de Newton la gente suele describir el acercamiento de un ser querido o un anciano o guía con capa. En mi caso, lo que vi acercarse fue una bola de luz. No era un tunel ni nada parecido, simplemente una bola de luz.

Más tarde, a medida que la bola de luz se acercaba, se comenzó a apreciar una silueta, de alguien de mediana edad, con capa (como no), de color blanca, con pelo canoso, y ojos grandes. Curiosamente, a pesar de no conocer a ese señor de nada estaba completamente en calma, y no estaba asustado ni me cuestionaba nada.

Si leeis los libros de Newton, en las experiencias que describe, la gente suele tener largas conversaciones con sus guías, y con otras almas que se encuentra por el camino. En mi caso, de charlas nada de nada.

En cualquier caso sí que tenía sensaciones, e ideas no comunicadas verbalmente. Parece ser que en esa vida me excedí (no seguí el principio indio)… cacé mucho más de lo necesario (como no es raro en el hombre blanco por aquellas épocas). Otra cosa que por lo visto debería haber aprendido en esa vida es a estar solo.

La terapeuta me preguntó si el guía tenía algún nombre, y “Amrok” me vino a la cabeza. De todas formas tiene un parecido bastante fuerte con “Amarok” que es un disco de Mike Oldfield.

Entonces descanso largo rato. Más tarde me voy con el guía a una calle empedrada donde hay montones de gente. Llegamos a un edificio y paramos delante de una puerta. Abrimos la puerta y allí hay tres “entes” a quienes reconozco como parte de mi familia. Uno tiene un “halo” blanco, otro blanco-amarillento, y el último púrpura. (En el libro de Newton se asocia el color de las auras con la evolución espiritual de cada ser).

Veo a diferentes familiares de mi vida actual pero con diferentes roles, incluida mi pareja actual.

En ese momento me sentía como un niño pequeño, impaciente. Todos los que estaban en la sala eran “mayores” que yo, aunque no en edad, quizás en conocimientos, en antigüedad… no lo se, es una sensación indeterminada.

Le pregunté al guía si podía ir a ver a los animales. Me llevó a un edificio, donde se abrió una puerta y apareció “un caballo de luz sin cabeza”, al cual en ese momento yo identifiqué como mi perra pastor alemán que, por aquel entonces ya había muerto. Curiosamente esa perra era muy inquieta, pero el “caballo sin cabeza” era muy tranquilo, y tenía altura de miras, mucho más que el resto de seres en aquel edificio, e incluso que yo.

También vino una pequeña bola de luz blanca, revoltosa y juguetona, a quien reconocí como otro perro que tuve, y que también falleció. Me recordó a mi hijo pequeño, que no aparece en ningún otro punto de la historia.

Recuerdo caminar por un desierto con la perra (es decir, “el caballo sin cabeza”) mientras que la pequeña luz blanca saltarina no para de ir de un lado para otro.

En el siguiente recuerdo aparezco con el guía en frente de unas columnas altas, donde hay 6 personas sentadas, con alguien que identifico como un profesor en el medio.

Es la reunión del consejo (algo así como la valoración de lo que has hecho bien y mal en esa vida, para aprender y demás). Descubro, o me dicen, que he conseguido aprender a vivir completamente solo y autónomo, y ese era uno de los objetivos de la vida. Sin embargo me falta aprender a dejar las cosas fluir, y pasar, dejar a la gente hacer lo que le de la gana.

Luego me comentaron alguna cosilla más, que no voy a describir ahora, porque son temas muy personales.

Curiosamente se desprenden recomendaciones para mi vida actual. Escuchar música new age, trabajar como freelance (curiosamente lo que hago ahora es lo opuesto a eso), y si fuera verdad eso que me dijeron, en esta vida estaría desperdiciando el tiempo (así que espero que haya sido solo mi imaginación).

Me dicen también que tengo que meditar, dedicar más tiempo a la espiritualidad (por aquel entonces la verdad es que le dedicaba bastante), y que sería bueno que me mudase a menudo de domicilio, ciudad, pais…

Me tengo que ir, y prefiero dejar esto publicado, en vez de esperar y hacer una entrada larga que termine con la historia.. Si saco un rato acabo el resto, que ya no queda mucho.

lunes, 13 de julio de 2009

Regresiones y vidas pasadas (III) : Mi experiencia - 2ª parte

Lo habíamos dejado el otro día en el principio de la regresión. La técnica que usó la hipnoterapeuta es bastante parecida a la que utiliza Weiss en sus discos, así que imagino que es la típica.

Algo que se me olvidó comentar es que el mejor momento para hacer una regresión, según me contó la terapeuta, es aquel en el que no tienes problemas, no estás estresado ni tienes nada que te afecte. Si estás alterado por algo no sería el mejor momento.
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Otra cosa que suele ocurrir en los hipnoterapeutas que practican regresiones LBL es que ofrecen la posibilidad de grabar el audio de la sesión y facilitan un cd a posteriori. La hipnoterapeuta a la que fui yo no es partidaria de grabar la sesión porque considera que introduce un factor desestabilizador. Lo que suele hacer (e hizo en mi caso) fue tomar notas sobre lo que yo le iba contando que veía. En esas notas me estoy apoyando ahora, porque hace ya varios años de ese tema y hay muchas cosas de las que no me acordaba.

Pues bien, iba bajando por las escaleras. Cada escalera representaba un año. Paró en el peldaño 15 y le conté algo que recordé de aquella época. Seguimos bajando y llegamos al peldaño 1. Recordé algo basado en imágenes puntuales que soy capaz de recordar cuando estoy despierto, por lo que no tengo claro si eran recuerdos verdaderos o recuerdos “generados” por mi psique a partir de esas imágenes.

Cuando se acabaron las escaleras me dijo que fuera a un vestíbulo donde había varias puertas. (es un sistema también que utiliza Weiss). Me dijo que lo describiese. Era un hall blanco con puertas blancas. Había 6 puertas.

Cada puerta representa teóricamente una vida. Elegí una. Me dijo que la abriera, y que le dijera en primer lugar si veía luz o que veía. Recuerdo que la primera visión era de un armario de madera, muy arcaico. Las paredes no eran planas, estaban hechas con troncos, al estilo de los colonos americanos. Había unos platos apoyados en la pared y una mesa rústica, y una cama también muy arcaica sin colchón ni nada.
Me preguntó si era mi casa y le dije que sí. Yo no me veía a mi mismo, sino que veía como si estuviera allí. Me dijo que me mirase los pies a ver que me veía. Y lo que vi es que no llevaba zapatos, sino una especie de piel atada a los pies y al tobillo. Llevaba una chaqueta de piel y un pantalón de tela verde. Me preguntó si era hombre o mujer, era hombre, y que si había más gente. No, estaba completamente solo.

Me preguntó si era feliz así. Le contesté que no especialmente, pero tampoco era desgraciado. Me preguntó que a que me dedicaba y le dije que era cazador, y me ganaba la vida con las pieles. Me preguntó si me sentía mal por eso. La verdad es que no tenía cargos de conciencia ni nada por ello. Me gustaba vivir y dormir en exteriores, me gustaba el bosque.
Me preguntó como me llamaba y ningún nombre me vino a la cabeza. Al igual que en mi vida actual no me gustaban estar con demasiada gente. Vendo las pieles en el pueblo, un pueblo sucio que no me gusta. Compro en el pueblo harina, azucar y carne ahumada. (leyéndolo ahora no tiene mucho sentido comprar carne ahumada siendo cazador).

Como ya no veía más me dijo que saltara a otro momento de esa vida que fuera importante. Me vi cayendo rodando por una colina, sin poder parar. Cuando por fin paré me había hecho daño en la pierna y no podía caminar bien. Entonces busqué algo para ponerme en la pierna, para hacerme algo improvisado. Busqué una pieza de madera para ponérmela en la pierna (a modo de tablilla) y poder caminar. Entonces apareció un lobo. En mi estado, si el lobo llega a querer merendarme lo hubiera podido hacer sin mayor problema. Sin embargo no tuve miedo. El lobo me miró, pero sin aparentar cabreo ni fiereza. Estuvo mirándome un rato y luego se fue.

Me dijo que si le tenía que contar algo más de esa escena. Le dije que no. Me dijo que me fuera al último día de esa vida.
Me vi en el agua. Me había caído de la canoa y no sabía nadar. Intento llegar a la canoa, pero el agua está fría y no lo consigo. De repente no siento nada. Se acabó.

Empiezo a ver el lago desde arriba. Sin embargo es como si estuviera dormido, no me doy cuenta de que estoy muerto. Comienzo a flotar hacia arriba. Yo voy cada vez más arriba, y el lago y la tierra se hacen cada vez más pequeños. No estoy preocupado y sigo sin cuestionarme si estoy muerto.
Sigo subiendo lentamente.

(CONTINUARA UNA VEZ MAS)

jueves, 9 de julio de 2009

Regresiones y vidas pasadas (II) : Mi experiencia - 1ª parte

Había dejado la entrada anterior en Ian Stevenson, pero el autor que más me gusta, con mucha diferencia de los demás es Michael Newton, que ha escrito varios libros, y sostiene que, bajo hipnosis, una persona puede llegar a ver lo que ocurre desde el momento en que fallece hasta que vuelve a nacer. Lo llama regresión LBL (life between lives, o vida entre vidas). Lógicamente las garantías de que los resultados de las hipnosis sean verdaderos y no sean más ciertos que cualquier sueño que la persona pueda tener no existen.
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A pesar de eso, el tema me interesó tanto que decidí hacerme una regresión. De los terapeutas que conocía, ninguno me inspiraba garantías plenas, y teniendo en cuenta que la línea que más me gustaba era la de Michael Newton decidí buscar un terapeuta que utilizara su línea. Este hombre ya está retirado, no ejerce. De vez en cuando hace un curso y nada más. Algo que me gustó de él es que no daba cursos a cualquiera. Para poder asistir a un curso con Michael Newton se debían acreditar al menos dos años de experiencia como hipnoterapeuta. Pero tenía una pega: No había terapeutas que hablasen castellano más que en USA (lo que encarece mucho la experiencia). (Por cierto que escribiendo esto me he enterado que ya hay una en España).

La lista de terapeutas se puede encontrar AQUÍ.

Así que me decidí a escribir a una de las que más garantías me ofrecían y más seguridad me inspiraban. Tenía muy buen curriculum, y tenía muchos años como hipnoterapeuta sugestiva, y varios con terapia regresiva y LBL. La duda era saber si con mi nivel de inglés iba a ser posible hacer una regresión, ya que aunque me manejo bastante bien, como digo yo siempre, mi inglés es “from Toledo”, y no es perfecto, y en un estado de conciencia alterado no sabía si podría entender lo que me dijera, ni traducir al inglés lo que viera yo.

Me respondió rápidamente y me resolvió mis dudas. Me dijo, en base a los conocimientos que le comenté que tenía sobre su idioma que sí, que sería posible. Me pidió mi dirección y me mandó por correo postal y sin coste alguno un cd con ejercicios de relajación y de visualización guiada con su voz, que debería practicar diariamente para acostumbrarme a ella, ya que decía que los problemas que suele haber tenían que ver con la confianza entre el terapeuta y el paciente. Me decía que le fuera contando como me iba por correo electrónico, y así estuve varios meses.

Por fin fijamos una fecha y reservé avión y hotel para ir a Inglaterra.
El día de llegada vino a recogerme al hotel y fuimos a una taberna típica a tomar una cerveza. Hablamos largo y tendido y le conté por qué quería hacerme una regresión. Me contó cosas de su vida, y al acabar me dijo algo así como que el salir a tomar una cerveza era para que viera que ella era una persona normal, y que no tuviera miedos ni recelos, porque si estaba asustado o con muchos recelos no vería absolutamente nada. Quedamos al día siguiente por la mañana tempranito, porque una regresión LBL dura varias horas (en mi caso, entre una cosa y otra, desde las 8 y media de la mañana hasta las 3 y media de la tarde).

Lo primero que me enseñó al día siguiente fue una técnica que aplica ella, que se llama EFT. De eso hablaré en otra ocasión. Me explicó como iba a ser el tema. El comienzo no difería mucho de las regresiones típicas de Weiss, la escalera con los años, el parar de vez en cuando, el ir bajando, preguntarte experiencias de niño, de niño muy pequeño, incluso en la cuna.

CONTINUARA (OTRA VEZ).

martes, 7 de julio de 2009

Regresiones y vidas pasadas (I)

De unos años para acá este tema me despertó cierta curiosidad. Dicha curiosidad después se convirtió en afición, y ahí es donde estamos ahora.

Las regresiones parten de la premisa inicial de que existe la reencarnación, y a partir de esa premisa, mediante hipnosis, el conseguir recordar lo que ocurrió en esas otras vidas pasadas. Existe al menos otra corriente que presume de la capacidad de poder recordar no solo las vidas pasadas, sino lo que sucede entre esas vidas.
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El más conocido de los defensores del tema de las regresiones es Brian Weiss. Este hombre, psiquiatra de profesión, se ha hecho literalmente de oro, primero practicando terapia y más tarde con las ventas de los libros, y talleres varios. Pero desde luego no es el último ni fue el primero que se dedicó a estos temas. Un ejemplo de bibliografía sobre el tema puede ser ESTE.

He de reconocer que el primer libro que leí de este tema fue el archiconocido “Muchas vidas, muchos maestros”. Me impactó, quizás por el momento personal que estaba viviendo. Al cabo de los meses, con cierta perspectiva y después de leer diversas críticas sobre el tema tuve bastantes más dudas respecto de la veracidad completa del caso que describe que las que tuve en el momento de leerlo.

Tras leer ese libro y otro par más del mismo autor, me puse en contacto con un psicólogo de la ciudad donde vivo que practicaba hipnosis, a ver si practicaba hipnosis regresiva. Me comentó que él solo practicaba hipnosis sugestiva, porque no estaba demostrado que los recuerdos obtenidos mediante hipnosis fueran reales ni mucho menos, y me cito a un psicólogo del colegio de psicólogos de Valencia. En la web de dicho colegio existe un tríptico que podeis descargar AQUI, en el que hay un párrafo que explica claramente cual es la posición “oficial” de los psicólogos en este tema:

• “La hipnosis no debería utilizarse con la idea de que facilita la recuperación de recuerdos de sucesos de los que la persona no se acuerda, pero que son la causa de su problema actual. El uso de los procedimientos hipnóticos aumenta tanto la recuperación de información correcta como incorrecta, pudiendo causar falsos recuerdos. Además también produce una confianza inadecuada en el recuerdo, aún cuando estos puedan ser inexactos e imprecisos. Por tanto, el uso de la hipnosis para recuperar recuerdos de sucesos olvidados es mejor evitarlo.

Los defensores de la terapia de vidas pasadas suelen enarbolar el caso de “Bridey Murphy”, que es el caso más popular sobre estos temas, y que dio lugar a la publicación del libro de Morey Bernstein “La Búsqueda de Bridey Murphy (The Search for Bridey Murphy). No obstante posteriormente se hallaron pruebas que “descafeinaron” el libro bastante. El tema era el siguiente: Virginia Tighe fue hipnotizada en varias ocasiones por el autor del libro. En esas sesiones de hipnosis recordó su otra vida como “Bridey Murphy”, como una mujer irlandesa del siglo XIX. Recordó su vida, cantaba canciones irlandesas, y describió paisajes y rutas que solo podían ser conocidas por alguien que hubiera estado allí… o se lo hubieran contado.

Más tarde el “Chicago American” escribió que existía una Bridey Murphy, pero en el siglo XX, que era una vecina de Virginia Tighe cuando era pequeña y vivía con sus tíos. Es más, varias de las cosas que hipotéticamente habían ocurrido a Bridey Murphy en el siglo XIX ocurrieron realmente a la verdadera Bridey Murphy del siglo XX.

En resumen, que a pesar de ser el caso más famoso sobre el tema con mucha diferencia, no es un caso fiable ni mucho menos.

Sin embargo existe la referencia de una persona que merece bastante crédito. Me refiero a Ian Stevenson, ya fallecido. Recopiló información de mil doscientos casos en los que niños de todo el mundo (principalmente en Asia) relataban recuerdos de vidas pasadas. Y con las comprobaciones de esos mil doscientos casos seleccionó 20 de ellos en los cuales no fue capaz de encontrar ninguna posibilidad de fraude. Con ellos escribió el libro “Twenty Cases Suggestive of Reincarnation”(20 casos sugestivos de reencarnación), que hace pensar (a mi al menos) que existe la reencarnación, y por tanto, las vidas pasadas.

(CONTINUARÁ)

miércoles, 1 de julio de 2009

El aliento mágico (The magic breath ®)

El otro día mi hijo pequeño se hizo daño en una rodilla. No fue nada del otro sábado, simplemente se dio un golpe y le dolió bastante.
Como quiera que se quejaba de dolor y no se le veía herida, recurrí a un viejo truco: El aliento mágico, o “The magic breath ®”. Pues bien, ¿Cómo se aplica dicho aliento?
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Es sencillo: se cierra la mano, se sopla en ella apoyando la mano contra la zona dolorida. Y es mágico, porque el dolor se va. Así al menos le pareció a mi hijo, que tras la aplicación de dicha terapia se le fue el dolor.

A lo largo del día se quejó un par de veces más, y un par de veces más le apliqué otra vez esa “energía de respiración”. Al día siguiente no se volvió a quejar.

Algunos podréis pensar que es normal que no le doliera, que si yo no le llego a aplicar ese “magic breath ®” se le habría quitado el dolor. Pues bien, él cree que no, que fue mi respiración, mi soplido, mi aliento lo que le quitó el dolor.

Si le preguntas te dirá que el aliento mágico ® es maravilloso y que quita el dolor mejor que cualquier aspirina. ¿No encontráis cierto parecido con otras “terapias”?¿Nadie se ve reflejado en un caso similar?

Por cierto que lo de ® es cachondeo, pero apuesto a que leyendo esto a alguno se le ha pasado por la cabeza hacer cursos, hablar de guías, o hacer cursos de iniciación al aliento mágico. Tampoco sé como se me ocurre decir que es algo sencillo. Podría hacer manuales al respecto, cursos de fin de semana y ganar algunos duros.

Peor será quien me diga (alguno habrá) que en realidad fue reiki que yo apliqué inconscientemente. Tú dime que quieres que te justifique que yo te justifico.

¿Qué opinás?… ¿lo patentamos?