lunes, 17 de agosto de 2009

Los mosquitos extraterrestres

Hoy comentaba, no se exactamente a que cuento venía, que cuando era chaval tenía un proyector de cine que iba a pilas. Como a otros muchos, a ese juguete le tocó acabar "desguazado" hecho piezas, y una de las que mejor uso tuvo fue la lente con la que se enfoca, que fuera del proyector se convirtió en una rudimentaria lupa binocular Leer más... que hizo que el mundo de "Cariño he encogido a los niños" viniera a mi mundo, pero sin tanto peligro.
Una de las cosas que visioné con esa lupa que más me impresionaron fue un mosquito apoyado en la ventana. Un ser que cuando miramos para él no nos despierta ningún tipo de sentimiento, si somos capaces de verlo "a nuestra escala" se convierte en un perfecto diablo cuyo tridente, situado en el pico que utiliza para saciar su apetito de sangre (como suena eso...), asusta más que una espada.

En realidad no son solo los mosquitos. Recuerdo hace años un reportaje fotográfico en el "muy interesante" que se dedicaba a fotografiar pequeños seres para que los viéramos como los veríamos si tuvieran nuestro tamaño. Conozco a más de una persona que pasó las páginas sin mirar. Los murciélagos vampiros quizás fueran los que más me impresionaron.

Dándole vueltas a eso, me di cuenta de que para nosotros los mosquitos no existen, más que para darles un zapatazo para que no nos piquen, o para encender el insecticida "permanente" por el mismo motivo. Pero si no fuera por eso, serían unos entes que a nuestros ojos pasarían desapercibidos. Pero no debemos sentirnos mal, porque la falta de atención en este caso es mutua.

¿Alguien ha intentado "zapatillar" un mosquito y ha fallado? Se habrá dado cuenta de que entonces el mosquito pone pies (o mejor dicho, alas) en polvorosa, o intenta camuflarse, lo que quiere decir que en momentos de crisis si se percata de nuestra existencia. Pero el resto del tiempo es como si viviera en otro mundo, en otra dimensión. Convive con nosotros y está sin estar ahí. Es más, a los cinco minutos del intento de zapatillazo vuelve a posarse donde estaba, confiado y sin miedo. Supongo que es un problema de tamaño. Somos tan grandes que no pertenecemos a su mundo, y él no pertenece al nuestro.

Pero divagando aún más, y saltando ya al tema extraterrestre, ¿quien nos dice que los extraterrestres tendrían ya no nuestra forma, sino nuestro tamaño? ¿Os imagináis hordas de mosquitos extraterrestres en ovnis de su talla? Viviríamos ignorantes de su existencia y quizás ya nos hubieran visitado, o seríamos visitados de forma regular. Bueno, nosotros no. Supongo que en esa situación lo que despertaría la curiosidad de esos viajeros espaciales diminutos serían aquellos de su mismo tamaño.

Ya se, que si el tamaño del cerebro, que si milongas... Con que fueran del tamaño de una rata, y su nave de un tamaño acorde, ni radares, ni Norad, ni luces de colores ni nada. Vendrían, mirarían, sacarían fotos y se pirarían sin que nos diéramos ni cuenta. ¿Y quien nos dice que no es así?
Cuando estaba acabando la entrada se me ocurrió "googlear" con los términos "extraterrestre diminuto" y parece que mi idea ya es vieja, que gente como Asimov ya había pensado en ello, en su relato llamado "Juventud".
Luego, seguí buceando y me di cuenta que en la teoría del principio de la vida en la tierra una de las posibilidades es que los primeros seres unicelulares vinieran del espacio exterior. Así que sí, al final va a ser verdad que pueden existir mosquitos extraterrestres.

1 comentarios hay:

Anónimo dijo...

Muchas veces me toman de loca cuando empiezo a imaginar y a echar a andar mi cerebro con este tipo de historias e ideas. Felicidades me he sentido bien por saber que habemos muchas personas que podemos verle el lado interesante a las pequeñas cosas que nos da la vida! y que realmente nos asombran las cosas que muchos otros ni siquiera atencion le prestan!