A medida que vamos creciendo físicamente, en edad o en conocimientos, ese pequeño agujero se va haciendo mayor, y nuestra percepción de la realidad total va cambiando y se va adaptando a ese nuevo tamaño de “agujero”.
Pero el ser humano (unos más que otros) suele ser soberbio e intolerante, y siempre cree que su agujero es el todo, la visión total de la realidad. Esto ocurre a nivel “macro” y a nivel “micro”.
A nivel “macro”, a lo largo de la historia todos los “sabios” de cada momento comenten siempre el mismo error: Creer que su realidad es la única y que sus conocimientos son verdades en valor absoluto, no revisables, dado que han llegado a conocer la verdad. Eso mismo ocurre con los sabios de hoy en día.
A nivel “micro” no hay que mirar al lado para comprobar como la mayor parte del personal procede a generalizar experiencias particulares como si fueran dogmas de fe, cuando en realidad son lo que son, experiencias particulares.
En mi opinión falta un poco de tolerancia, visión de totalidad, y “subirse a la mesa” como en “El club de los poetas muertos”.
Ya se... ya se... hace seis meses... pero un día por otro...