Hace ya muchos años, en Septiembre del 93, el menda y otros dos, con ganas de pasar una noche al fresco, cogimos un par de tiendas de campaña, mi renault 5 amarillo viejo y destartalado, la cámara de fotos y nos encaminamos hacia Los Lagos de Covadonga con la intención de dormir allí y pasar un buen rato. No tenía ni idea de cuanta gente solía hacer eso, ni tan siquiera si estaba permitido, pero de dar la vuelta siempre había tiempo. Además ya había subido a Los Lagos a pie desde El Mirador de la Reina el invierno anterior con todo nevado y tenía ganas de comparar. De esa excursión hablaré otro día.
Total, que subimos el sábado y mi pobre buga, con sus añitos encima y el carburador muy pachucho se estropeó. Cuando se quedaba en ralentí se calaba, lo que hacía que fuera un calvario cada parada, porque encima el puñetero se inundaba si no tenías cuidado al arrancarlo en caliente. No es que esa avería fuera nueva, porque ya le había ocurrido más veces, pero no por común y corriente se hacía llevadera.
Total, que fuimos directamente hacia la subida a Los Lagos, sin parada en Covadonga ni nada. Subiendo los Lagos no hubo demasiado problema, porque fuimos capaces de subir sin parar y la avería del coche no supuso ningún problema.
Llegamos arriba y lo primero que vimos fue el Lago Enol, con el árbol que estaba desnudo el invierno anterior cuando estaba todo nevado. seguimos adelante y llegamos al lago Ercina, donde comprobamos que no éramos los únicos que habían decidido acampar esa tarde. Decidimos montar las tiendas cerca de los demás, por eso de que no conocíamos, ni sabíamos... y tal.
Mientras montábamos las tiendas cayó la niebla. Era una niebla espesa, de esas que te tocas la nariz porque te la ves, pero poco más. Así que allí estábamos, con el coche estropeado, con niebla, y con un frio que pelaba, y eso que estábamos es Septiembre. La niebla trajo humedad. Y como éramos novatos en eso de acampar no llevábamos esterillas ni nada parecido. Lo único que teníamos era un par de plásticos de la fábrica de mi padre, de tamaño aproximado de una persona, que colocamos debajo del suelo de una de las tiendas.
Se levantó la niebla y descubrió un cielo estrellado como casi nunca se ve. Fuimos al lago Enol dando un paseo y la vista era increible. Había dos cielos y dos lunas, porque el cielo estrellado y con luna se reflejaba en el lago. Intenté sacar una foto, pero ni la cámara de fotos ni mis conocimientos por aquel entonces permitieron que saliera el paisaje que contemplabamos con los ojos y la boca abierta.
Volvimos a la tienda y cuando estábamos tranquilos comenzamos a oir jadeos.
Era de una tienda que se movía rítmicamente. En otra tienda de al lado se morían de la risa y animaban. Yo no podía más con la situación. No podía parar de reirme. Mis dos amigos se retorcían por el suelo de la risa. Y entonces se oyó una voz de chico, dentro de la tienda que se movía, y dijo algo así como “yuju”, a lo que mi amigo respondió a gritos “enhorabuena”… y todos nos reimos mucho.
Más tarde, cuando comentábamos la batalla, llegó un hombre a pedirnos ayuda. Un pastor de la zona había bebido tanto que le había dado un yuyo, echaba espuma por la boca y tenían miedo que no pasase de esa noche. Como la cafetería (que por aquel entonces era el único sitio donde había un móvil) estaba cerrada, arrancamos el coche (sí, ese coche estropeado) y nos fuimos en busca de ayuda. Pero claro, ¿Quién va a abrir la puerta a tres jóvenes con un R-5 amarillo y con las caras que gastábamos? Total, que volvimos y empezamos a tocar el claxon del coche, hasta que hartamos a todo el mundo, a los de las tiendas, y a los de la cafetería, y entonces abrieron (supongo que para echarnos la bronca), pero cuando les contamos el problema nos prestaron el teléfono, con el que llamamos a la guardia civil, que a su vez envió una ambulancia. Más tarde nos enteramos que aquel hombre había recibido asistencia y aún seguía vivo.
Ya era madrugada y estábamos cansados, así que volvimos a las tiendas. Y comprobamos que el suelo estaba húmedo y que había traspasado el suelod e las tiendas, excepto donde había puesto los plásticos, pero éramos 3 y los huecos eran 2, así que el menda durmió en el coche. Y fue la vez que más frío he pasado en mi vida.
Al día siguiente nos levantamos temprano. La tienda que se movía rítmicamente volvió a moverse rítmicamente (lo que no shizo mucha gracia). Aquellos dos sí que pasaron una buena noche.
Por la mañana intentamos arreglar el carburador. Parecíamos “cirujanos” operando. A pesar de desmontar el carburador y quitarle porquería, el coche seguía igual, así que tendríamos que bajar los Los Lagos con el coche en ese estado.
Nos fuimos y cuando llegamos a Covadonga el agujero taponado del carburador debió destaponarse solo, el coche volvió a funcionar bien, y nos fuimos a Perlora donde estaba el resto de los amigos de aquel entonces tomando el sol y jugando a Volei. Fue una aventura épica, y a pesar de no poder disfrutar de la belleza de aquellos lugares como hubiéramos deseado al final nos quedó un buen sabor de boca… al menos a mi.
Algunas fotos del lugar (aunque no expresan lo bonito que es ni de lejos):
Total, que subimos el sábado y mi pobre buga, con sus añitos encima y el carburador muy pachucho se estropeó. Cuando se quedaba en ralentí se calaba, lo que hacía que fuera un calvario cada parada, porque encima el puñetero se inundaba si no tenías cuidado al arrancarlo en caliente. No es que esa avería fuera nueva, porque ya le había ocurrido más veces, pero no por común y corriente se hacía llevadera.
Total, que fuimos directamente hacia la subida a Los Lagos, sin parada en Covadonga ni nada. Subiendo los Lagos no hubo demasiado problema, porque fuimos capaces de subir sin parar y la avería del coche no supuso ningún problema.
Llegamos arriba y lo primero que vimos fue el Lago Enol, con el árbol que estaba desnudo el invierno anterior cuando estaba todo nevado. seguimos adelante y llegamos al lago Ercina, donde comprobamos que no éramos los únicos que habían decidido acampar esa tarde. Decidimos montar las tiendas cerca de los demás, por eso de que no conocíamos, ni sabíamos... y tal.
Mientras montábamos las tiendas cayó la niebla. Era una niebla espesa, de esas que te tocas la nariz porque te la ves, pero poco más. Así que allí estábamos, con el coche estropeado, con niebla, y con un frio que pelaba, y eso que estábamos es Septiembre. La niebla trajo humedad. Y como éramos novatos en eso de acampar no llevábamos esterillas ni nada parecido. Lo único que teníamos era un par de plásticos de la fábrica de mi padre, de tamaño aproximado de una persona, que colocamos debajo del suelo de una de las tiendas.
Se levantó la niebla y descubrió un cielo estrellado como casi nunca se ve. Fuimos al lago Enol dando un paseo y la vista era increible. Había dos cielos y dos lunas, porque el cielo estrellado y con luna se reflejaba en el lago. Intenté sacar una foto, pero ni la cámara de fotos ni mis conocimientos por aquel entonces permitieron que saliera el paisaje que contemplabamos con los ojos y la boca abierta.
Volvimos a la tienda y cuando estábamos tranquilos comenzamos a oir jadeos.
Era de una tienda que se movía rítmicamente. En otra tienda de al lado se morían de la risa y animaban. Yo no podía más con la situación. No podía parar de reirme. Mis dos amigos se retorcían por el suelo de la risa. Y entonces se oyó una voz de chico, dentro de la tienda que se movía, y dijo algo así como “yuju”, a lo que mi amigo respondió a gritos “enhorabuena”… y todos nos reimos mucho.
Más tarde, cuando comentábamos la batalla, llegó un hombre a pedirnos ayuda. Un pastor de la zona había bebido tanto que le había dado un yuyo, echaba espuma por la boca y tenían miedo que no pasase de esa noche. Como la cafetería (que por aquel entonces era el único sitio donde había un móvil) estaba cerrada, arrancamos el coche (sí, ese coche estropeado) y nos fuimos en busca de ayuda. Pero claro, ¿Quién va a abrir la puerta a tres jóvenes con un R-5 amarillo y con las caras que gastábamos? Total, que volvimos y empezamos a tocar el claxon del coche, hasta que hartamos a todo el mundo, a los de las tiendas, y a los de la cafetería, y entonces abrieron (supongo que para echarnos la bronca), pero cuando les contamos el problema nos prestaron el teléfono, con el que llamamos a la guardia civil, que a su vez envió una ambulancia. Más tarde nos enteramos que aquel hombre había recibido asistencia y aún seguía vivo.
Ya era madrugada y estábamos cansados, así que volvimos a las tiendas. Y comprobamos que el suelo estaba húmedo y que había traspasado el suelod e las tiendas, excepto donde había puesto los plásticos, pero éramos 3 y los huecos eran 2, así que el menda durmió en el coche. Y fue la vez que más frío he pasado en mi vida.
Al día siguiente nos levantamos temprano. La tienda que se movía rítmicamente volvió a moverse rítmicamente (lo que no shizo mucha gracia). Aquellos dos sí que pasaron una buena noche.
Por la mañana intentamos arreglar el carburador. Parecíamos “cirujanos” operando. A pesar de desmontar el carburador y quitarle porquería, el coche seguía igual, así que tendríamos que bajar los Los Lagos con el coche en ese estado.
Nos fuimos y cuando llegamos a Covadonga el agujero taponado del carburador debió destaponarse solo, el coche volvió a funcionar bien, y nos fuimos a Perlora donde estaba el resto de los amigos de aquel entonces tomando el sol y jugando a Volei. Fue una aventura épica, y a pesar de no poder disfrutar de la belleza de aquellos lugares como hubiéramos deseado al final nos quedó un buen sabor de boca… al menos a mi.
Algunas fotos del lugar (aunque no expresan lo bonito que es ni de lejos):
3 comentarios hay:
Publicado: 27 Ago 2007 12:17 am
! os paso de todo!
A mi me encanta ese sitio , pero voy muy pocas veces, la ultima fue hace algun año ya y estaba petao de coches ,para no variar,y dimos la vuelta porque habia niebla ,ademas yo llevaba el coche y me daba vertigoooooooo cuando te encontrabas con un autocar defrente, ya me veia yo en el matu (aqui ni carretera ni na, por el prau , y todo defrente,que vamos mas rapido )
!vaya fotos!, pena esa que no pudiste sacar
Publicado: 27 Ago 2007 08:11 am
Las fotos no son mías, son cogidas de internet (igual que las del Cares). Las mías no son tan buenas, encima salgo yo en muchas y en otras salen personas a las que no he pedido permiso para publicarlas.
Pero los sitios sí que son esos.
Publicado: 27 Ago 2007 12:58 pm
Yoddah escribió:
"Fuimos al lago Enol dando un paseo y la vista era increible. Había dos cielos y dos lunas, porque el cielo estrellado y con luna se reflejaba en el lago."
Eso debe de ser digno de ver.
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