viernes, 31 de agosto de 2007

Divagar por divagar

A algunos a los que se nos ha ido algún ser querido, al menos a mí, cuando intento pensar en aquellos que ya no están, me vienen a la cabeza preguntas y pensamientos. El otro día le tocó al olvido y hoy le toca a la relación entre la vida y la muerte o la posible continuidad de la vida.

¿Qué es la vida? ¿Puede ser solamente un camino lleno de dolorosas metamorfosis y reacciones químicas, desde que dos células se unen hasta que el organismo se apaga y nos lleva a la desconexión absoluta con todo, el vacío y la muerte? ¿o la vida puede ser solo una pequeña etapa dentro de una existencia más amplia?

Esta pregunta puede tener mucha repercusión, porque de lo que sea la vida depende lo que es la muerte.

¿Qué hay tras la muerte? Más allá de las religiones que nos prometen la felicidad eterna, en las que no creo y cuyas teorías no comparto, podemos formular diversas opciones:

1.Si no hay nada, aquellos que ya se han ido se han apagado como un ordenador, salvo porque al no funcionar su base orgánica nunca se volverán a encender. Es una sensación extraña, porque ya no son nada de lo que han sido. Ya no sufren ni sienten placer. No hay recuerdos, y por tanto lo que haya sucedido en sus vidas ya no tiene importancia. Ya no queda nada de la felicidad ni del miedo, ni del bienestar o el dolor, de la risa ni el llanto. Es una tragedia y al mismo tiempo una liberación.
Digo que es una liberación porque el sufrimiento que el ser ha pasado a lo largo de su vida no existe ni ha existido, del mismo modo que no existe el dolor que hemos sentido al nacer, porque ninguno lo recordamos.

Digo que es una tragedia porque todo lo bueno que ha experimentado también se ha evaporado y no queda nada. Solo queda el producto de sus actos, los buenos y los malos, en todos nosotros, en los que estamos aquí. (Ahora podría volver a lo del olvido, pero es redundante).

2. Pero si hay algo después, si la vida sigue, si hay una vida antes del nacimiento o después de la muerte puede significar que el paseo por esta existencia sólo es un punto dentro de una línea. O quizás dentro de un círculo.

Si es un punto dentro de una línea, significa que hay un principio y un fin, y por tanto, existirá de alguna forma un nacimiento y una muerte absolutas aunque no sean estas que conocemos, con lo que volvemos al punto 1, y podemos repetir el razonamiento.

Si es un punto dentro de un círculo, significa que no hay principio ni fin, que la vida ha existido siempre y durará eternamente. Dentro de la teoría del círculo puede haber dos opciones, una es que los recuerdos continúan y otra puede ser que sí son borrados. Si son borrados, aunque repitamos un millón de vidas en un millón de entes para el protagonista es como si de verdad hubiera vida y muerte, con lo que volvemos otra vez al punto 1.
Si no son borrados, es posible que el nuevo ente recuerde al anterior aunque no lo sea, con lo que sus recuerdos perduran, pero no en su ser, con lo que volvemos al punto 1.

La única salida para no volver al punto 1 es que la vida continúe dentro del mismo ente, que los recuerdos lleven nombres y apellidos y acompañen a su propietario. Si no, todo es el punto 1.

Ya se que es divagar por divagar, y como dice mi pareja lo que tenga que ser será y lo que sea no tiene importancia porque lo único que tenemos es el aquí y el ahora.

Pero me lo sigo preguntando porque es duro pensar que aquellos que se han ido se han ido del todo y nunca les volveremos a ver.

Al final es divagar por divagar y no tiene mucho sentido, pero para eso es este blog…

1 comentarios hay:

Anónimo dijo...

Publicado: 01 Sep 2007 12:13 am

Yoddah escribió:
"Pero me lo sigo preguntando porque es duro pensar que aquellos que se han ido se han ido del todo y nunca les volveremos a ver."

Pues no pienses eso, vive con la ilusión de que cuando t toque a tí van a estar esperándote y los vas a ver, pq hasta q no llegue el momento no lo vas a saber (yo, al menos, eso pienso)