viernes, 27 de marzo de 2009

Todos somos "putas" en mayor o menor medida.

Hallábame hablando en una ocasión con alguien, cuando me comentó lo que la repugnaban las prostitutas, porque usaban su cuerpo para conseguir dinero. Mi respuesta fue... "todos somos putas".

Claro está que no todos mantenemos relaciones sexuales por dinero, tal cual nos imaginamos a una mujer en una esquina y tal. Pero ¿Qué me decís de aquellas que se casan por dinero? Una compañera de trabajo hablaba una vez de alguien “que era un buen partido”. La otra dijo “¿y el amor?”, y la primera contestó, el roce hace el amor.

En mi opinión, si esas son todas sus virtudes, me temo que la señora que se case con él será una prostituta toda su vida, lo que pasa que siempre con el mismo cliente.

O aquellas que se acuestan con el jefe (o aquellos que se acuestan con la jefa) con el único propósito de mantener el trabajo o ascender en él... ¿que son?

De todas formas esos serían los casos más literales.

Sin embargo, mi definición de prostituir es mucho más amplia, más acorde con la segunda que figura en el diccionario de la RAE: “Deshonrar, vender su empleo, autoridad, etc., abusando bajamente de ella por interés o por adulación”.

Cada vez que sonreimos cuando no tenemos ganas al jefe, (no digo nada de aquellos que llevan el café al jefe, esos son peores), o cada vez que reímos las gracias a alguien (cuando maldita la gracia que nos hacen) para caer bien a otros aunque nos caigan pésimos, o cada vez que decimos a alguien que nos gusta algo y es falso para despertar su simpatía, nos estamos prostituyendo.

Aquellos que no les gustan los toros, pero para integrarse van a una corrida, o aquellos que en contra de los abrigos de piel sonrién a la señorona de turno (en Oviedo la cantidad de pieles per-cápita es preocupante) también se prostituyen.

Recuerdo un episodio de Friends donde Ross hablaba con un policia para que le quitase una multa. Muy gracioso, pero patético. También se estaba prostituyendo.

Al final todos nos prostituimos en mayor o menor medida, lo único que no queda claro es el precio (como decía groucho) o la manera (que parte de ti prostituyas, tu cuerpo, tu integridad, tu tiempo libre, o tus escrúpulos…), según lo que soporte cada uno.

Y el que esté libre de pecado, que tire la piedra.

3 comentarios hay:

Anónimo dijo...

Qué bueno, Yoddah.

Los que nos dedicamos a la consultoria (como yo en el pasado XD) también lo somos, circulaba un correo por ahi, a ver si lo localizo, en el cual lo demostraba XD y lo cuelgo, venía a decir, por ejemplo, que trabajábamos muchas horas cuando nuestro chulo 8el jefe) lo requería y no podíamos protestar, trabajamos de noche, esabamos muy explotados, y todo eso...

Y en serio, en el pasado muchas mujeres que se casaban "con un buen partido" o para que las sacaran de casa de sus padres, también venían a serlo, y es una pena, pero era muy común hace unas décadas (y aún hoy hay muchos casos realmente).
Azu

Anónimo dijo...

deja de robar articulos

y dignate a escribir algo

si es que puedes

ladron de ideas

Yoddah dijo...

Flipado me ha.

¿puede ser más específico, educado señor?